Siempre que me encuentro un cartel de liquidación por cierre siento que mi corazón se encoge. Siempre puede ser que sea por que los propietarios se han hecho mayores y quieran jubilarse, aunque lo más común es que sea por que no se ha producido el negocio que se esperaba y se acaba perdiendo la paciencia o capacidad de mejora o incluso de experiencia del usuario.
Antiguamente los comerciantes venían a seguir una máxima que era la de aguantar fuera como fuere, en la actualidad de la manera que se fiscalizan los comercios me temo que eso es imposible sin entrar en un conflicto con la administración pública y que acabe fagocitando la economía del emprendedor y que tenga que echar el cierre.
Además los consumidores parece que no nos damos cuenta de las ventajas de comprar cerca de casa, o que los comercios no saben mostrar el valor añadido que tiene el comprarles y el mercado es rápido y efímero por lo que el comprador quiere el producto ahora mismo y al mejor precio, muchas veces sin entender que compra barato el producto básico y a la que necesita una personalización acaba saliendo mucho más caro.
Pero claro es fácil culpar al comprador que lo hace o en grandes superficies o marketplaces donde unos comercios atacan a los otros a golpe de precio olvidando a menudo la calidad del producto o el servicio post venta. Lo que no se tiene en cuenta es que el comprador cierra la operación allí donde le proporciona mejor experiencia de compra.
Empresas como Amazon se preocupan mucho por mantener unas expectativas muy altas. Consiguen que la gente asuma que el producto llegará a tiempo y con un embalaje de calidad que protege el producto… Todo eso mucho más allá de la calidad del producto e incluso del precio.
Son muchos los compradores que acuden a Amazon por que ya saben que el envío no va a ser un problema, que lo recibirán a tiempo y con garantías de llegar en buen estado. Y acuden a este marketplace simplemente para mejorar las condiciones que ya conocen. Simplemente por que el sitio donde se informaron no supieron cerrar la venta o no proporcionaron las garantías suficientemente confiables en lo que respecta a la experiencia final.
Ciertamente sabemos que existe la posibilidad de que un producto o no sea lo que realmente esperamos o que cualquier disicitud no ha llegado en las condiciones exigibles, y que por tanto el proceso de devolución y abono de los costes será automático y rápido pudiendo adquirir el producto donde nos convenga aunque sea en la misma tienda
Por lo tanto el comercio que no sea capaz de ofrecer esa tranquilidad al comprador puede empezar la liquidación por cierre
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